Sería fácil pensar que la distancia a las
estrellas se mide con telescopios de última generación o rayos láser súper
potentes. Nada más lejos de la realidad, el método que se usa para estas
mediciones data del siglo II A. de C. y se basa en la trigonometría. Éste
método fue usado por primera vez por el astrónomo Hiparco de Rodas y os
explicaré en qué consiste mediante el siguiente ejemplo:
Imaginemos que queremos saber la distancia que
hay entre nosotros y un árbol al otro lado de un río que no podemos cruzar. Estiramos
una cuerda en paralelo al río cuya longitud conocemos y que formará un
triángulo imaginario con el árbol haciendo de vértice. Midiendo los ángulos (A
y B en la imagen) que forman la cuerda y el árbol a cada extremo de la misma
podemos conocer, por trigonometría, la distancia que nos separa de éste.
Este mismo método es el que usan los astrónomos para medir la
distancia a las estrellas, sólo que, por encontrarse éstas tan lejos, necesitan
la “cuerda” base del triángulo más larga que se pueda obtener. Esta línea es el
diámetro de la órbita de la tierra alrededor del sol que tiene una longitud de
casi 300 millones de Km.
Experimenta
la desviación paraláctica: Estira tu brazo, pon el pulgar hacia arriba y
comparándolo la pantalla del ordenador de fondo cierra un ojo y el otro varias veces. El saltito que da tu pulgar es la desviación paraláctica.
Aunque 300 millones de Km. pueden parecer mucho, esta distancia es muy
pequeña; los triángulos que se obtienen son larguísimos, los ángulos son casi
rectos y la desviación paraláctica es siempre menor de un segundo (los ángulos
se miden en grados, minutos y segundos). Próxima Centauro, la estrella más
cercana a nosotros, arroja una desviación paraláctica de 0,76 segundos de arco,
o sea que se encuentra de nosotros a 4,3 años luz. Para hacernos una idea, si
dibujas en un plano a escala la Tierra y el Sol separados por 2,5 centímetros
esta estrella estaría a… ¡6,9 kilómetros !
En
la actualidad las mediciones ya no se hacen de esta forma manual ya que, en
1989, la Agencia Espacial Europea lanzó el satélite HIPPARCOS cuyo nombre es un
acrónimo de HIgh Precision PARallax COllecting Satellite y también un homenaje
a Hiparco de Rodas. El satélite trabaja con los mismos parámetros que se usan
en el método manual sólo que en el espacio puede ver las estrellas con mucha
mayor claridad ya que evita la atmósfera de la tierra.
Imagen del satélite Hipparcos en la Agencia Espacial Europea durante unas pruebas.